La tensión entre el Gobierno de Jalisco y la Universidad de Guadalajara (UdeG) se agravó luego de que personas enmascaradas que dijeron ser estudiantes se manifestaron este lunes a las afueras del fraccionamiento donde vive el rector general, Ricardo Villanueva, para externar su molestia por la presunta presión de profesores para que estudiantes marchen el jueves en demanda de más dinero para la casa de estudios.
El rector de esta casa de estudios acusó al gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, de estar detrás de la manifestación ocurrida a las afueras de su fraccionamiento, y responsabilizó al mandatario estatal de cualquier cosa que le ocurriera a él o a su familia.
Más tarde el gobernador, cuestionado sobre el tema por reporteros, negó estar detrás de la manifestación con el argumento de que “yo no me dedico a organizar marchas”, y aseguró que él no tiene conflicto con la UdeG, “lo que tenemos es mucho cariño y respeto”, añadió.
También los jóvenes se manifestaron al exterior de la casa de Raúl Padilla, de la Universidad de Guadalajara, en la calle San Juan de los Lagos, en la colonia Vallarta Poniente.
La marcha a la que convoca la UdeG está prevista para este jueves a mediodía. La exigencia es que el gobierno estatal restituya a la casa de estudios 140 millones de pesos que eran para el universitario Museo de Ciencias Ambientales, y se incremente el presupuesto 2022 para la universidad, pues el Consejo General Universitario considera que se debe dar más que el aumento inflacionario que les entregó el gobierno estatal.
El 17 de mayo, Villanueva Lomelí convocó a la manifestación, de la cual vaticinó que será la más grande de la historia de Jalisco. Este lunes alrededor de 70 estudiantes se manifestaron al exterior del fraccionamiento Las Cañadas, al norte del Área Metropolitana de Guadalajara.
Los hombres y mujeres, todos con máscara de borrego y playera blanca con un rostro de león pintado con aerosol, invadieron la entrada y salida principal del coto sobre la avenida Bosques de San Isidro Sur.
Dijeron que las máscaras eran para evitar ser captados con las cámaras de video o de celulares, ya que argumentaban que su seguridad estaba en riesgo al protestar.
Los manifestantes argumentaron que no estaban de acuerdo con la marcha universitaria, y se quejaron de que están en semana de exámenes y esto perjudicaría sus puntuaciones y calificaciones. Por ello, dijeron que se niegan a acudir a la mega marcha del 26 de mayo.
El rector publicó en sus redes sociales su inconformidad por la manifestación que estuvo al exterior del fraccionamiento, y dijo que perjudicó a muchos de sus vecinos.
Acusó al gobierno del estado de haber mandado a esas personas a manifestarse detrás de una máscara, ya que sentenció que sus estudiantes no se esconden detrás de una máscara para salir a las calles a manifestarse.
“Las y los universitarios nunca nos escondemos detrás de una máscara. Salimos a marchar dando la cara y con una causa clara. En la campaña sucia, envían personas que ocultan su rostro, amedrentan y dan mensajes sin sentido”, escribió el académico.
Cuatro horas más tarde, Villanueva Lomelí subió a redes sociales otros mensajes sobre el tema.
Tengan la certeza, escribió, “de que estamos luchando por una causa digna: ¡presupuesto justo para la universidad pública de Jalisco, para construir las aulas que nos faltan, para llevar la educación a más jóvenes! Hacer lo correcto y alzar la voz en ocasiones tiene un costo, pero les aseguro que vale la pena y el esfuerzo. Estamos construyendo futuro, estamos luchando por las aulas, butacas y maestros de las próximas generaciones. No nos distraigamos en ‘guerras’ absurdas. Salgamos a la calle como la Universidad sabe hacerlo: dando la cara, de frente, marchando con respeto y altura. Salgamos este jueves con alegría a defender la educación de nuestras hijas e hijos”.
Antecedentes
El desencuentro entre el gobierno estatal y la casa de estudios se remonta a por lo menos el año 2010, cuando el actual gobernador era presidente municipal de Tlajomulco.
Enrique Alfaro, entonces militante del PRD al igual que Raúl Padilla, líder del llamado Grupo Universidad, se quejó de que el ex rector exigió una cuota de empleados municipales para ser entregados a personas cercanas al grupo, a lo que Alfaro se negó, e incluso públicamente declaró a Tlajomulco como territorio libre de Raúl Padilla.
Fuente: Milenio