De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), Jalisco ocupa el segundo lugar a nivel nacional en cuerpos o restos sin identificar.
Hasta el cierre de 2022, sumó tres mil 282 que se encuentran resguardados en las instalaciones del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF).
Por encima del Estado sólo está Coahuila, que registró 38 mil 361.
La cifra confirma la crisis que persiste en Jalisco en materia forense, pues el mismo Inegi indicó que en la Entidad apenas se cuenta con mil 245 espacios para almacenar los cadáveres en sus cámaras frías y no hay una osteoteca (sitio especial para guardar las osamentas) ni otro tipo de equipamiento para atender esta situación.
“Cuesta trabajo entender el rezago que se mantiene, prácticamente (está) igual desde la crisis con frigoríficos conteniendo cuerpos (caso de septiembre de 2018 conocido como los “tráileres de la muerte”). Parece que la prioridad es sólo que los restos se resguarden de cualquier manera, que no se conviertan en un escándalo público de nuevo”, lamentó Jorge Ramírez Plascencia, integrante del Comité Universitario de Desaparición de la Universidad de Guadalajara.
Un estudio del Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo resalta que las fallas en los procesos para el tratamiento, identificación y disposición final de los cuerpos y restos de personas fallecidas sin identificar ha significado un camino difícil para las familias que buscan a sus seres queridos desaparecidos.
Según cifras del Gobierno federal, Jalisco es primer lugar nacional en desaparecidos. Hasta la fecha se contabilizan 14 mil 889 personas en esa situación.
Este medio de comunicación buscó al IJCF para obtener una postura sobre este problema. Sin embargo, hasta el cierre de esta edición la dependencia estatal no respondió a los cuestionamientos.
Crece cinco veces número de cuerpos sin identificar
De acuerdo con el Análisis sobre Servicios Periciales, presentado la semana pasada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), Jalisco se ubica dentro de los cinco estados del país que más cuerpos sin identificar acumuló en el 2022.
Según reveló la estadística, Jalisco se ubicó, al cierre del año pasado, en el quinto puesto a nivel nacional con el mayor número de cadáveres que ingresaron a las instalaciones de su Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses y que no pudo identificar, con un total de 827 cuerpos. En su mayoría, indicó el Inegi, se trató de víctimas de homicidio, según revelaron las autopsias practicadas a los mismos.
Lo anterior representa un 18.4% del total de cuatro mil 486 cadáveres que entraron al Instituto para que se les practicara la autopsia para conocer las causas del fallecimiento, y confirmar o descartar que hubieran sido víctimas de algún ilícito.
Con este porcentaje Jalisco se ubica también en la quinta posición de los estados con el mayor porcentaje de cadáveres sin identificar en comparación con el total de cuerpos que ingresaron a las unidades forenses de cada Entidad. Los primeros tres puestos están ubicados por Coahuila (no desglosó por año, señala 95% de cuerpos sin identificar en 2022), Tlaxcala (26.4% de cuerpos ingresados en 2022 sin identificar) y Michoacán, (25.5%).
Imparable, crisis forense en Jalisco
El Registro de Personas Fallecidas sin Identificar (PFSI) a cargo del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) comenzó a operar en octubre de 2019, como parte de las acciones derivadas del Gobierno del Estado para contener la crisis forense que fue exhibida en septiembre de 2018 con los llamados “tráileres de la muerte”.
Entonces el registro daba cuenta de 814 descripciones de cuerpos de personas que llegaron al IJCF desde el 19 de septiembre de 2018 y hasta el 28 de octubre de 2019 que no habían sido identificados por sus familias.
Sin embargo, ante la violencia vivida en Jalisco y el número de fosas clandestinas halladas en Jalisco (que asciende a 141 puntos de inhumación clandestina en lo que va de la actual administración, de acuerdo con datos de la Fiscalía Especial en Personas Desaparecidas), el número de registro de cuerpos o restos humanos sin identificar (PFSI) asciende ya a cuatro mil 926, es decir, la cifra ha crecido al menos cinco veces en cuatro años.
Una de las causas que —según han denunciado diversos colectivos en distintas ocasiones, entre ellos Luz de Esperanza— han ocasionado el retraso en la identificación de los cuerpos corresponde a las confrontas genéticas, pues en gran medida los cuerpos suelen ser encontrados en piezas, y las familias deben primero acudir a encontrar similitudes en partes humanas a partir de imágenes, para luego solicitar las pruebas genéticas y averiguar si se trata de su familiar.
Por ejemplo, en febrero de 2021 este medio de comunicación documentó cómo Eva Ochoa, madre de Miguel Ángel, quien fue privado de su libertad en junio de 2019, pudo recuperar el cuerpo de su hijo 20 meses después, pues el IJCF no quería entregarle los restos debido a que el cadáver “no estaba completo”.
De acuerdo con datos del Censo Nacional de Procuración de Justicia Estatal 2023 del Inegi, al cierre de 2022 el IJCF apenas contaba con 31 especialistas dedicados a la identificación de genética forense.
Tan solo en 2022 el IJCF tuvo la solicitud de realizar 13 mil 217 pruebas de genética forense, es decir, en promedio y según dichos datos, cada especialista puede realizar únicamente entre una o dos pruebas diarias a cuerpos o restos humanos, considerando que cada pieza debe tener su propio procesamiento (en aquellos casos en los que el cuerpo está segmentado).